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viernes, febrero 25

Lo peor es cuando las apuestas son importantes

A mí me gustaría ser uno de esos que no tienen miedo, que se la juegan al todo por el todo. Simplemente se sientan en la silla, observan a su enemigo y preparan un buen ataque. A mí me gustaría derribar a todo tu ejército despacio, soldado por soldado, sin apenas darte cuenta, hasta que te tuviera en mis propias manos, sin ataque posible.
Pero yo no soy de esos que ven los órdagos sin pensarlo dos veces. Mi mente va por delante, no me deja actuar hasta que no está segura del resultado. ¿Sabes qué pasa? Que dicen que quien no arriesga no gana, y yo todavía estoy de pie, en la puerta del bar, mientras llueve, calado hasta los huesos y con un miedo atroz a jugar esta partida.

2 comentarios:

  1. uhms enserio?Se hace extraño pensar que no todo el mundo es como tu verdad?Yo arriesgo, demasiado para mi gusto...y asÍ acabo...
    Al menos escribes increiblemente bien, cosa que yo...ni de lejos
    un beso

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  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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